La luz blanca se presenta en una gran variedad de tonos de color, cada uno de los cuales tiene un efecto específico sobre el organismo humano. Se distingue entre los colores de luz blanco cálido, blanco neutro y blanco luz diurna. Las bombillas incandescentes siempre han sido de color blanco cálido, pero las lámparas LED (y las fluorescentes) están disponibles en las tres gamas de colores. El color de la luz se mide por la llamada temperatura de color en Kelvin. Los fabricantes están obligados a indicar el color de la luz en el envase.
Lámparas LED regulables: ajuste individual de la temperatura del color
Las diferentes gradaciones de color de la luz blanca pueden utilizarse de forma muy específica y son una herramienta importante para los diseñadores de iluminación. Esto se debe a que cada situación tiene sus propios requisitos de iluminación: la luz para la oficina debe ser brillante y favorecer la concentración, la luz para el maquillaje debe ser blanca como la luz del día, y en casa, en el salón, a la gente le gusta una luz acogedora con tendencia al blanco cálido. La reproducción cromática de las lámparas determina el ambiente lumínico que crea una luminaria en una habitación. Para que la iluminación sea lo más flexible posible, la temperatura del color de las lámparas LED, cada vez más modernas, puede incluso cambiarse específicamente. Las lámparas LED regulables y las lámparas Smart Home permiten ajustar el color de la luz.