El lumen (lm) es la unidad normalizada para el llamado flujo luminoso y permite sacar conclusiones sobre la luminosidad de una lámpara. El flujo luminoso indica la cantidad de luz que emite una fuente luminosa en todas las direcciones. Coloquialmente, también se denomina potencia lumínica de una lámpara. Los consumidores pueden utilizar el índice de lúmenes para evaluar la luminosidad de una lámpara: cuanto más alto sea el valor de lúmenes, más luz emite una lámpara por unidad de tiempo.
Las diferentes fuentes de luz, como las lámparas incandescentes, las lámparas de bajo consumo y las lámparas LED, producen un flujo luminoso por vatio muy diferente. Cuando las bombillas incandescentes se utilizaban casi exclusivamente para la iluminación del hogar, su luminosidad se identificaba simplemente por su consumo en vatios. Pero ahora los fabricantes tienen que indicar cuántos lúmenes emite una lámpara.
Definición científica de lumen
El lumen es la unidad de medida normalizada internacionalmente para el flujo luminoso de una fuente de luz. El flujo luminoso indica la cantidad de luz producida por unidad de tiempo; debido a la velocidad de la luz de 300.000 km/segundo, la unidad de tiempo es virtualmente = 0, ya que la velocidad de la luz constituye nuestro límite perceptivo.
Lumen: ¿Qué es luminoso?
Para que te hagas una idea de cuántos lúmenes brilla una lámpara, aquí tienes algunos ejemplos:
- una lámpara fluorescente de 40 vatios (W) = unos 3.000 lm
- una bombilla de 100W = unos 1.340 lm
- una vela = unos 12 lm
Sin embargo, los ejemplos anteriores tienen menos sentido hoy que hace una década, porque las bombillas incandescentes y también las fluorescentes se utilizan cada vez menos.
La unidad vatio proporciona información sobre la potencia de una lámpara y la cantidad de electricidad que consume. Cuando sólo había bombillas incandescentes, bastaba con echar un vistazo a la potencia para sacar conclusiones sobre la luminosidad de una lámpara. En aquella época, cuantos más vatios se mostraban, más brillante era la lámpara.
¿Cuántos lúmenes tiene una bombilla?
Los siguientes valores de flujo luminoso se aplican a las bombillas:
- Bombilla de 25W = aprox. 220 lm
- Bombilla de 25W = aprox. 220 lm
- Bombilla de 40W = aprox. 415 lm
- Bombilla de 60 W = aprox. 710 lm
- Bombilla de 100 W = aprox. 1.340 lm
Sin embargo, dada la variedad de tipos de lámparas disponibles hoy en día, debería fijarse en el índice de lúmenes de la bombilla. Esto se debe a que las lámparas son ahora mucho más eficientes y necesitan muchos menos vatios para brillar más que las bombillas incandescentes del pasado. Una lámpara LED de alta calidad, por ejemplo, puede producir un flujo luminoso incomparablemente mayor que una lámpara incandescente con el mismo consumo de energía. Por lo tanto, hoy en día la potencia indicada en el envase sirve principalmente como información sobre el consumo de energía.
La UE ha resumido en una tabla los valores lumínicos equivalentes de diferentes tipos de lámparas en comparación con la lámpara incandescente desechada (Reglamento CE nº 244/2009 de la Comisión, de 18 de marzo de 2009):
Eficacia luminosa: ¿Cuántos lúmenes corresponden a cuántos vatios?
Al considerar el flujo luminoso de una lámpara en combinación con su potencia, se llega rápidamente a otra magnitud física: la eficacia luminosa. La eficacia luminosa se mide en lúmenes por vatio (lm/W) e indica la eficacia de una lámpara. La eficacia luminosa indica, por tanto, la cantidad de energía que se convierte en luz. Cuanto más alto sea el valor, más eficiente será la fuente de luz.
A título orientativo, se pueden utilizar los siguientes valores de eficacia luminosa:
- Bombilla incandescente: aprox. 10 lm/W
- Lámpara halógena: aprox. 20 lm/W
- Lámpara fluorescente: aprox. 70 - 90 lm/W
- Lámpara LED: aprox. 60 - 170 lm/W
¿Dónde necesita cuántos lúmenes?
¿Cuántos lúmenes hay que prever por metro cuadrado para iluminar la vivienda de forma óptima y confortable?
La cantidad de luminosidad requerida depende principalmente de las necesidades de los ocupantes y de las actividades que se desarrollan en la sala. En habitaciones como la cocina o el estudio, se necesita una mayor cantidad de luz para cocinar o trabajar sin problemas. La sala de estar, en cambio, se utiliza principalmente para relajarse: Aquí debe ser acogedor, la luz brillante apenas es necesaria. Encontrará más detalles sobre este tema en este artículo: "Iluminación interior: función, planificación y ejecución".
Para obtener una luminosidad óptima en las distintas habitaciones de su casa, puede utilizar los siguientes valores orientativos:
- Cocina: unos 280 lúmenes por metro cuadrado (lm/m2)
- Baño: unos 280 lm/m2
- Dormitorio: unos 140 lm/m2
- Salón: unos 140 lm/m2
- Habitación infantil: unos 140 lm/m2
- Estudio: unos 280 lm/m2
- Pasillo: unos 140 lm/m2
Si, por ejemplo, quieres iluminar agradablemente un salón de 30 metros cuadrados, tus lámparas deberían producir un flujo luminoso de unos 4.200 lúmenes (30 metros cuadrados x 140 lm = 4.200 lm).
Ejemplo: Sustitución de las lámparas del salón por LEDs
El salón cuenta con las siguientes luminarias:
- Lámpara de techo con cuatro focos halógenos GU10, 50 vatios cada uno, 330 lm
- Lámpara de pie con bombilla de ahorro de energía E27, 20 W à 1.140 lm
- Lámpara de mesa con halógeno E14, 40 vatios a 260 lm
Hasta ahora, las lámparas del salón podían producir un flujo luminoso de 4 x 330 lm + 1.140 lm + 260 lm = 2.720 lm.
Tras sustituir las lámparas por LEDs eficientes, se consiguió un flujo luminoso de 3.371 lm en el salón. La posible solución para esto:
- Lámpara de techo con cuatro LED GU10, 5,5 vatios cada uno 345 lm
- Lámpara de pie con LED E27, 15 W à 1.521 lm
- Lámpara de mesa con LED E14, 6 W à 470 lm